Sinopsis de la contraportada
"1943, un asesinato, perpetrado en un motel de una pequeña localidad minera del estado de Washington es el desencadenante de una persecución, a lo largo de medio país, de un espía nazi, conocido como el Oráculo. El modesto jefe de policía del pueblo, que sólo cuenta con un ayudante a sus órdenes, unirá sus esfuerzos a un agente del tesoro que sigue unas falsificaciones casi perfectas, ya que ambos casos parecen relacionados. Esta Historia se entremezcla con el desarrollo del proyecto Manhattan, que culminó con la construcción de la primera bomba nuclear, la operación Bernhard, con la que los nazis pretendían desestabilizar la economía inglesa mediante falsificaciones masivas, así como la operación Gunnerside y todas las acciones encubiertas y de comandos para entorpecer el programa nuclear alemán. Ambos hilos se imbrican, confluyen y se unen en el clímax de la novela, que culmina con la primera prueba nuclear realizada en Jornada del Muerto, Nuevo México, el 16 de Julio de 1945."
~Booktrailer de "La senda de Prometeo" (2020) / Fuente~
~Booktrailer de "La senda de Prometeo" (2020) / Fuente~
Participante en el Premio Literario Amazon 2020
Opinión
HISTORIA Y PERSONAJES
"La senda de Prometeo" consta de 72 capítulos y un epílogo. Tiene dos tramas principales:
- Trama del año 1943: el jefe de policía Jack Sanders debe resolver el asesinato de un antiguo compañero de clase: el ingeniero civil Robert B. Higgins, a quien llaman "Comadreja Higgins"; Sanders no me ha parecido muy concienzudo en su trabajo, y en muchas escenas pesan más sus sentimientos hacia Sarah Davis (la dueña del motel en el que aparece el cadáver) que en la investigación. También tenemos a Martin Brewer, un agente del tesoro que sigue la pista de un caso de falsificación de billetes: me ha gustado más que Sanders, aunque me habría encantado conocer mejor su pasado. Por otro lado, los secundarios Isaiah Williams y Lenore Huston me han parecido más complejos que los personajes principales.
- Trama del año 1939: es una cronología muy bien documentada sobre la evolución del Proyecto Manhattan para la fabricación de la primera bomba atómica y sobre otras operaciones político-militares. No destaco a ningún personaje porque hay tantísimos históricos (Edward Teller, Leó Szilárd, Reinhard Heydrich, Enrico Fermi...) y aparecen tan poco que es imposible hacerse una idea de sus personalidades.
~Vídeo "Los héroes anónimos que evitaron que los nazis ganasen la carrera atómica" / Fuente~
El escenario no deja de cambiar (New York, Berlín, París, Londres, Praga, Escocia...), especialmente en la trama de 1939; sin embargo, siento que falta descripción de cada uno de esos escenarios, ya que el autor se enfoca en los eventos históricos, como el ataque aéreo japonés a la flota americana en Pearl Harbour, y deja lo demás a un lado.
ESTILO
Los capítulos son cortos y las tramas avanzan a toda prisa, pero hay escenas en las que no pasa prácticamente nada.
Faltaría una revisión ortogramatical y de ortografía: hay varios laísmos, palabras mal escritas (como "Uranio" [según Fundéu, siempre se escribe con minúscula inicial]), acentos donde no debería ("¡Qué te den, capullo!" en el capítulo XXIII) y otros que faltan ("pero Sanders le cayo en gracia" en el XXI), así como frases un tanto extrañas ("Intenta estrujar su memoria" en el XXXIX).
Tampoco hay unidad de estilo, ya que "Comadreja Higgins" y "Twin Cedars" a veces aparecen escritos en cursiva y otras en redonda (además de que "Cedars" a veces aparece como "Ceddars"). Algo parecido pasa con los tratamientos de "usted" y "ustedes": en ocasiones aparecen escritos así y otras con las abreviaturas "Ud." y "Uds."
Respecto a la maquetación, todos los diálogos tienen un espacio después del guion y algunos párrafos no están justificados.
Conclusión: 2/5
La idea de "La senda de Prometeo" es interesante, pero la ejecución no ha terminado de convencerme. Aun así, destaco la gran labor de documentación sobre el Proyecto Manhattan, que podría ser muy útil para los interesados en el tema.Sobre el autor: Juan Carlos Garrido del Pozo
Un día, más por pura curiosidad que por otra causa, por ver si era capaz de producir aquella efímera materia que consumía con tanta avidez, se aplicó a emborronar folios y, como todo escritor en ciernes, al colocar el punto final, se sintió ingenua y orgullosamente convencido de que acababa de alumbrar una obra maestra.
Imbuido de esa ilusoria creencia, envió su obra a concurrir al premio Planeta. La novela era tan mala, que el jurado de preselección no tuvo inconveniente en incluirla junto con las otras 7 comparsas sin ninguna posibilidad de ganar el premio.
Esos míseros y efímeros laureles bastaron para inocularle el veneno de la escritura, y, contumaz, siguió participando en otros certámenes literarios, que constituyeron su única y poco recomendable escuela, en los que obtuvo un resultado dispar y le valieron para conocer alguno de los pueblecitos más pintorescos de nuestra encantadora geografía. En ocasiones obtuvo algún premio en metálico, a veces incluso llegó a cobrarlo y casi llegó a compensar lo invertido en sellos y fotocopias.
Admite ser un escritor diletante y autodidacta, consciente de que no está en la literatura para ganarse la vida sino para dejársela, igual que quien construye barcos en una botella, entregado a una tarea tan bella como inútil y que constituye un fin en sí misma." (Fuente del texto)
Agradecimientos
Al autor, Juan Carlos Garrido del Pozo, por proporcionarme un ejemplar digital de "La senda de Prometeo" para la realización de esta reseña.
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